Comentario
A lo largo de siglo XIII, el Reino de Champa se alejó del mundo indio para hacerse cada vez más dependiente de Vietnam; las buenas relaciones con este último le sirvieron de protección de los ataques mongoles, que habían desembarcado en Champa y tuvieron que hacer frente a la guerra de guerrillas de los naturales champa. Cuando Marco Polo paso por Champa, en 1235, el reino había recuperado la estabilidad, a pesar de la cada día mayor presencia vietnamita a lo largo del siglo XIV. El viajero franciscano Odorico de Pordenone llegó a Champa durante el reinado de Che A-nam, soberano que recién se había liberado de la tutela vietnamita en 1326, y constató la riqueza del país, así como la supervivencia de la costumbre india de sacrificar a las viudas en la pira funeraria del marido.
El Reino de Champa en la segunda mitad del siglo XIV cayó en manos del aventurero Che Bamg Nga, que en dos ocasiones logro saquear Hanoi (1371 y 1377), hasta que fue asesinado. Había sido el final de su esplendor, ya que a partir de entonces las invasiones vietnamitas se repitieron de modo cíclico, hasta que en 1471 ocuparon Vijaya y se llevaron prisioneros al rey y a la familia real champa, perdiéndose de modo definitivo la independencia. A finales del siglo XV dos nuevas potencias se repartirán la hegemonía en la península de Indochina: al Este, Vietnam, y al Oeste, Tailandia.